Reto Módulo 1

 

Opción B: Realiza en tu diario de aprendizaje un breve análisis de datos de 2023 o 2024 relacionados con tu ámbito de trabajo, tu localidad o comunidad autónoma o algún ámbito que te resulte de interés. Puedes obtener los datos de las fuentes que hemos visto en el módulo como “Mujeres en cifras” del Instituto de las Mujeres o “Mujeres y hombres en España” del INE.

    Para este primer reto he decidido analizar los datos que aparecen en la Web del Instituto Nacional de Estadística, referentes al empleo. Estos datos actualizados a fecha de 18 de junio de 2024, se nos presentan en 11 apartados diferentes, que son los siguientes:

  1.  Tasas de empleo según grupos de edad. Brecha de género
  2. Tasas de empleo según niveles de educación. Brecha de género
  3. Participación de los trabajadores a tiempo parcial y de los trabajadores con contrato temporal
  4. Razones del trabajo a tiempo parcial según grupos de edad. Trabajo a tiempo parcial según tipo de hogar
  5. Ocupados por ramas de actividad, por tipo de ocupación, por situación profesional y por tipo de puesto laboral
  6. Incidencia en el empleo por la existencia de hijos. Excedencias para el cuidado de hijos
  7. Número medio de horas semanales trabajadas. Trabajo remunerado y no remunerado. Horas al día que las personas que trabajan dedican a otras actividades
  8. Tasas de paro según grupos de edad y niveles de educación. Brecha de género
  9. Parados de larga duración (mayor o igual a 12 meses) según grupos de edad
  10. Adultos y niños que viven en hogares sin personas ocupadas. Hombres y mujeres que viven en hogares con muy baja intensidad laboral según edad
  11. Personas inactivas, razones para no buscar empleo según grupos de edad

Para hacer el análisis me voy a centrar en el primer punto “Tasas de empleo según grupos de edad: Brecha de género. Según se dice en este apartado, “es un indicador que permite conocer las dimensiones socioeconómicas de los trabajadores y su situación de ventaja o desventaja en el empleo, por razones de edad o sexo.”

Su importancia radica en que las estadísticas basadas en el mercado laboran son el instrumento que se han utilizado en los últimos años para desarrollar las políticas sociales. Por tanto, es esencial conocer la población que tiene niveles de empleo más bajos (agrupadas por género, edad, nacionalidad, etc.) para poder llevar a cabo las políticas sociales necesarias para ayudar a las personas que cumplen ese perfil.


 

    Como podemos observar, el empleo en los hombres es superior en todos los intervalos de edades, respecto al de las mujeres, siendo el intervalo más perjudicado el que va desde los 16 años hasta los 24, aunque esto puede ser en parte porque son edades en las que se está estudiando. No obstante, a pesar de que la brecha de género es considerable, ha disminuido notablemente en los últimos años.

¿En qué medida la socialización diferencial de niñas y niños está en el origen de la desigualdad de género analizada? 

El origen de esta desigualdad se encuentra en que desde siempre y hasta hace relativamente poco tiempo, en el núcleo familiar el único que trabajaba fuera de casa era el padre o cabeza de familia, mientras que la mujer se encargaba del cuidado de los hijos y de las tareas domésticas.

Y esta idea de que es la mujer la que tiene que cuidar y estar pendiente de los hijos ha provocado que le sea mucho más difícil encontrar trabajo, puesto que las empresas siempre han visto a la mujer más vulnerable respecto de los problemas familiares, que los hombres. Tienen la idea preconcebida de que, si se queda embarazada o algún hijo cae enfermo, va a ser la madre la que se quede en su casa cuidándolo.

¿Existe alguna estrategia para acabar con la desigualdad de género detectada?

En los últimos años se han puesto en marcha numerosas políticas destinadas a acabar con esta brecha. Entre ellas, el permiso paternal, que además de favorecer a los hombres para que puedan disfrutar de sus hijos recién nacidos y ayudar en el cuidado del bebé, también es un mensaje que se les manda a las empresas, en el sentido, de que el hombre también va a obtener un permiso por hijo, no sólo la mujer. 

En los últimos años, la brecha ha descendido y las personas cada día están más concienciadas de este problema.

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